Relata el cronista Hou Hanshu las impresiones del emperador Wudi, en el siglo 2 a.C., sobre las noticias de algunas provincias romanas en el extremo de Asia:
"El Hijo del Cielo al escuchar todo esto razonó: Ferghana, Bactria y Parthia son grandes países, llenos de cosas raras, con una población que vive en casas establecidas y con ocupaciones idénticas a las del pueblo chino, pero que tienen ejércitos débiles y le dan un valor exorbitante a los productos chinos"
Y Wikipedia no se queda ahí, viene la opinón de Florus, un historiador romano de la misma época (1 a.C):
"Su complexión en verdad mostraba que provenían de otro cielo"
Para terminar al estilo Andrés Oppenheimer (si no lo han leído pueden ver su blog en http://andresoppenheimer.blogspot.com, que básicamente es su columna del Miami Herald, izquierdosos beware, este tipo dice que Fox no fue lo suficientemente duro con Cuba y Venezuela), ejem, para terminar al estilo Andrés Oppenheimer, conclusión.
Mientras que los chinos siempre se han concentrado en las similitudes que tienen con occidente y las han aprovechado para vender sus productos, los occidentales hemos seguido pasmado con las diferencia, incluso físicas. La sociedad china continúa siendo extremadamente tradicional, y es fácil caer en la tentación de juzgarla como retrógrada por su medicina, su ropa o su música. Podremos burlarnos lo que queramos, pero cada vez es más patente que la broma fue para nosotros.
Monday, June 25, 2007
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