Desarrollada en los 30's por el Dr. Shoma Morita, esta terapia todavía se practica en nuestros días. Está dirigida a las personas que por ansiedad respecto a su propia imagen y a las decisiones que tienen que tomar sobre cómo dirgir su vida están sobrecargadas de sentimientos y se retraen del mundo. El objetivo de la terapia es que el paciente renuncie a buscar la "felicidad" como estado emocional y aprenda a aceptar todos los estados mentales de la vida cotidiana, en pocas palabras que deje de intentar controlar sus sentimientos (tratar de sentirse bien) y en cambio se concentre en realizar acciones constructivas.
La terapia tiene cuatro fases:
1- Aislamiento:
El paciente debe permanecer una semana con el mínimo de contacto con el mundo exterior. Sólo con sus pensamientos. ¿Qué beneficio tiene esto? Al final de esto se trata todo. El paciente debe ser capaz de soportar sus propias ideas, debe contemplar sus propios miedos y ansiedades sin poder ahogarlos con estímulos externos. Una semana de rigor.
2- "Luz y trabajo monótono en silencio". El paciente ya es capaz de salir del aislamiento de la fase uno. Se recomienda escribir. Los pensamientos dejan de ser una amenaza y toman formas concretas.
3- Trabajo físico en exteriores. El paciente deja de estar encerrado en sus propios pensamientos y se pone en contacto con el mundo exterior.
4- A lo largo de estas fases el paciente aprende el "arugamama", aceptar los sentimientos sin buscar forzarlos. La cuarta fase consiste en regresar al mundo real, pero no a su antigua vida. El trabajo en esta fase consiste en integrar su nuevo yo a su vieja vida llena de limitaciones.
De acuerdo a Wiki, los europeos estaban demasiado ocupados lidiando con las nuevas teorías de Freud como para prestarle atención al Dr. Morita. Extrañamente, se ha venido practicando con éxito en Japón, donde las presiones sociales aplastan a los individuos hasta los extremos (por ejemplo el hikikomori, un tardo-adolescente que no sale de su cuarto y vive con sus padres, o el otaku que sólo vive en un mundo relacionado con los comics o manga, o el clásico workoholic japonés). Es curioso que uno de los principios del psicoanálisis occidental (lacaniano, freudiano, eriksoniano o lo que sea) sea el diálogo, mientras que la curación Morita parece basarse en un monólogo.¿Tiene algo que ver con la salsa morita?
No.
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